Page 38 - Revista8_MdBem_pliegos
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LAN                                                                                ese italiano que, como buen ejemplar de la especie, no   convirtió en Lan, descubriendo su vocación en la per-




                                                                                                                                                                                     fecta caricatura de -¿quién más?- profesor de química.
                                                                                                                                 se cansa de amar a las féminas.  En cualquier caso, eso
                                                                                                                                                                                     Allí también aprendió a dibujar de memoria, para ejer-
                                                                                                                                 cuenta,  sea  sobre  sus  primorosas  caricaturas  de  los
                                                                                                                                 sambistas de Rio, o su amistad con el escritor Stanislaw
                                                                                                                                                                                     arquitectura, profesión que nunca ejerció.  De dibujo,
                                                                                                                                 Ponte Preta, o hasta la famosa caricatura publicada en
                                                                                                                                                                                     asegura que nunca recibió clases.
                                                                                                                                 1954 en el periódico Última Hora, en la cual inmorta-  citar lo esencial en la caricatura:  la síntesis.  Y estudió
                                                                                                                                 lizó el anticomunista Carlos Lacerda como “O Corvo”,   El toque extra de “malandragem” vino de Argentina.
                            REVISTA ICARO                                                                                                                                            Lan trabajó en Buenos Aires en los periódicos El Mon-
                                                                                                                                 tiene siempre mujer en medio de la narrativa.
                                                                                                                                                                                     do y Noticias Gráficas (donde la jefa era Evita Perón)

                                                                                                                                                                                     repartía rosas blancas, dulces tartas y palabras bonitas
                                                                                                                                   “Inventé a Lacerda como un cuervo porque el dibujo   creando caricaturas de deportistas.  En los ratos libres,
                                                                                                                                 era más fácil, era sólo llenarlo de negro, lo hice en me-  a las mujeres de la noche.  “Ya no se hacen prostitu-
                       POR CRISTINA RAMALHO                                                                                      nos de cinco minutos.  Llegaba tarde, tenía que salir co-  tas como antiguamente”, suspira.  Lan es milonguero.
                                                                                                                                                                                     Habla bajo, derrama bondad, sabe bailar.  Con tantos
                                                                                                                                 rriendo para encontrarme con una mulata”, habla Lan,
                                                                                                                                                                                     predicados, sacó rápido que se sentiría como en casa
                                                                                                                                 simplificando  las  versiones  más  serias  que  entraron
                                                                                                                                 para la historia.  Samuel Wainer, el entonces director   en Rio de Janeiro.  Y acertó.  No más aterrizó en la Ba-
                                                                                                                                 del periódico y enemigo número uno de Lacerda, había   hía de Guanabara, en el 52, cuando conoció las escolas
                                                                                                                                 pedido una viñeta suya en la línea “enterrador”, acu-  de samba.  Y su corazón se dejó llevar por Portela, de
                                                                                                                                 sándolo de estar involucrado en la muerte del perio-  la cual fue hasta director.  “Ella es de una elegancia in-
                                                                                                                                 dista Nestor Moreira.  En su biografía, “Razão da minha   comparable y la única que ganó 22 carnavales”.
                                                                                                                                 vida”, Wainer afirma ser el autor de la idea.  Otros re-
                                                                                                                                 clamaron  la  creación,
                                                                                                                                 pero,  entre  nosotros,
                                                                                                                                 la  de  Lan  parece  ser
                                                                                                                                 la verídica.  “Pasé una
                                                                                                                                 noche maravillosa con
                                                                                                                                 la  mulata,  regresé  al
                                                                                                                                 día siguiente y Samuel
                                                                                                                                 me llamó.  Pensé:  ¡fui
                                                                                                                                 despedido!    Y  él  y
                                                                                                                                 otros  grandes  nom-
                                                                                                                                 bres me felicitaron por
                                                                                                                                 la  profundidad  psico-
                                                                                                                                 lógica  de  mi  trabajo”,
                                                                                                                                 se divierte.




                                                                                                                                   Lacerda  nunca  más
                                                                                                                                 se  libró  del  apodo  y
                                                                                                                                 Lan se consagró como
                                                                                                                                 dibujante  genial.    Ha-
                                                                                                                                 cía  apenas  dos  años
                                                                                                                                 que  había  llegado  a
                                                                                                                                 Rio, pero aprendió rá-
                                                                                                                                 pido a describir Brasil
                                                                                                                                 en pinturas.  El encan-
                                                                                                                                 to traído desde la cuna
                                                                                                                                 -Lanfranco Aldo Ricar-
                                                                                                                                 do  Vaselli  Cortellini
          Pecho y culo por todas partes.  Perdón por la lascivia  bailarina del trío que estableció ritmo por los escenarios     Rossi Rossini nació en
        desde el principio, pero es así como el dibujante Lan ve  cariocas en los años 50/60:  las hermanas Marinho.             1925  en  la  Toscana,
        la vida.  Una sucesión de curvas femeninas, ondulantes,                                                                  Italia-  ganó  contornos
        que prometen sensaciones -para donde quiera que Lan                                                                      más  precisos  en  Uru-
        dispare la mirada, de la geografía (“Rio de Janeiro es una                                                               guay, para donde fue a
        ciudad mujer, curvilínea”, dijo) al alfabeto (“la letra S es   Olívia y sus hermanas Mary y Norma, estrellas de los      estudiar acompañando
        un cuerpo femenino”), él sólo consigue pensar en aque-  espectáculos de Carlos Machado en el Golden Room del             a su padre, músico clá-
        llo.  Sus trazos deslizan sabrosamente en el papel de las  Copacabana Palace, fueron retratadas por Lan en dibujos       sico  que  tocaba  oboe
        ideas traviesas -y es por eso por lo que sus mujeres son  elegantes, la malicia desbordada en risas blancas y cade-      con  Arturo  Toscanini.
        las más sinuosas, las más deliciosas, las más más.  No por  ras febriles.  Otras tantas bellezas, como Marisa, Sandra    Fue allí en Montevideo                    “LAN vio en el Festival Internacional da Canção: Milton Nascimento, Chico Buarque de Holan-
        casualidad, Lan se casó con una linda, Olívia, fulgurante  Mara, Narcisa, figuran en la lista de homenajeadas por        donde  Lanfranco  se                                            da, Edu Lôbo, Dori Caymmi, Joyce, Capiba y Nélson Mota”



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