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“Qué cosa fascinante la
NELSON armonía y la melodía de
NELSON

Nelson Cavaquinho (un

rações, o Amor será eterno novamente! [“El Sol ha de
compositor intuitivo sin há de brilhar mais uma vez, a Luz há de chegar aos co-

brillar una vez más, la Luz ha de llegar a los corazones,
QUINHO E
CA
VA
CAVAQUINHO E formación académica) el Amor será eterno nuevamente”]. Siempre fue mi man-
tra de vida, mucho antes de la pandemia.
que salta del Ré para
un Lá bemol sin Esa armonización Beethoviana por el samba angular
INA
SEU JUÍZO F
SEU JUÍZO FINAL preparación.” y profético la escribí hace muchos años, pero nunca la
L
grabé porque nunca había tenido la invitación del sol
de la tarde después de tantas horas en la oscuridad y el
gris. Y qué cosa fascinante la armonía y la melodía de
Nelson Cavaquinho (un compositor intuitivo sin forma-
Después de las aterradoras tormentas recientes que ción académica) que salta del Ré para un Lá bemol sin
derribaron árboles viejos aquí en casa, he pasado unos preparación: un salto de tritono o cuarta aumentada, o
días a oscuras en Serra da Cantareira. Pasar demasiado “diábulus in música” tan hablado. Do mal, será queima-
tiempo sin electricidad te pone en un estado mental muy da a semente... [“Del mal, la semilla se quemará...”] Así,
el arreglo termina en un reluciente Sol Mayor, como el
reflexivo y soñador y desacelera el tiempo.
Por André Mehmari de la sonata op. 110 de Beethoven.

Hoy (17 de noviembre de 2020) muy entrada la tar-
de surgió ese misterioso sol en medio de todo el gris Así es, en el 2020 la batucada de la vida ha sido mu-
y apuntó su rayo de luz justo al teclado del piano de cho más intensa que lo habitual (¡para todos!) y hay algo
estudio. Entendí que era una invitación de la naturaleza dividido dentro de mí que solo la música es capaz de
para que tocara: el piano estaba en silencio desde hace cicatrizar y reestablecer... Y es bueno que nos tenga-
muchos días. mos el uno al otro. En medio de toda ceguera circun-
dante Quero ter olhos para ver A maldade desaparecer!
[“Quiero tener ojos para ver el mal desaparecer”].

Me senté en la banqueta y el primer tema que me vino
a la mente fue el samba clásico “Juízo Final”, de Nelson
Cavaquinho. O Sol (aquel salto de octava metafísico) Y sí: los poetas pueden ver en la oscuridad.

Caricatura de Marco Antônio Monteiro “MAM”

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