Page 35 - Revista8_MdBem_pliegos
P. 35

EL ARTE   ellos  la  mente,  se  encontraban  dentro  del  cráneo  en  sostiene en el tiempo como puede ser un cuadro, una





            En un tiempo creíamos que los pensamientos y con  la circunstancia de la “no temporalidad”, es decir, no se

           eso que le llamábamos cerebro y, por consiguiente, su-
                                                              escultura, un texto que se puede leer una y otra vez y
           poníamos, como se pensaba en otras cuestiones, que  está ahí físicamente. La música no, la música guarda
 POR       Dios se encontraba en el cielo, que en el interior de  ese hechizo ancestral de algo misterioso que, no siendo
           la cabeza se encontrarían las ideas y por ello habría  visible a los ojos del hombre, como diría “El Principito”,
           un lugar tal vez mágico, al que llamaríamos mente y  sigue siendo un arte colosal, del cual muchas veces hay
                                                              otras artes que derivan de él sin él ser visto.  Piensen
           ahí podríamos encontrar todos los razonamientos e, in-
           cluso, trabajar con ellos como diferentes piezas de un  en el ballet, no hay bailarines sin música, sería como
 INVISIBLE RAFAEL  mecano algo complejo y distinto.           un jardín sin flores, o la ópera, un texto sin música...
                                                              o todo el arte de la sastrería y la moda que subyace
                                                              en un grupo lírico cuando la música salta a escena en
                                                              bailarines, cantantes, atrezzo, etc... todo, todo, depende
 CASTRO    cosmonauta Yuri Gagarin al dar su primera órbita al  y que sin embargo nadie ha visto jamás pero que, al
            Por otro lado, Dios no estaba en el cielo como dijo el  de la música, de eso que nadie pone en duda que esté
           planeta tierra, cuando se abrió el cerebro se descubrió  igual que nadie ha visto la mente sino solo el cerebro,
           muy a nuestro pesar, que dentro solo había, como mu-
                                                              tal vez la música solo se ve la parte instrumental, inclu-
 MARTÍN    cho,  neuronas,  pequeñas  piezas  que  interactuaban  y  so la voz pues cuando una persona canta, es su propio
           que, aun hoy siguen siendo un misterio, pero de ideas,  cuerpo el que genera esa sonoridad pero no la ve, es
           y de la mente... más bien poco... tal vez igual que sucede  más, el cantante ni siquiera oye su propia voz por eso
           con los sentimientos cuando se abre el corazón. Afortu-
                                                              algunos tenores, como Plácido Domingo, decía “que la
           nadamente, ya nadie abre un corazón con la intención  voz humana es tal vez el instrumento menos agradeci-
           de buscarlos ahí, porque ahí sabemos positivamente,  do porque no sabes cómo suena ni siquiera cuando el
           que hay carne, tejidos, fluidos, pero sentimientos... más  que lo ejecuta eres tú mismo”.
 Fue en 1958 cuando el francés Ives Klein   bien no.
 habló por primera vez de “La arquitectura de
 aire”.  La invención causó tal estupor entre el
 público que decidió mostrarlo con su presen-                  Al mismo tiempo, se sabe que un músico es capaz de
 tación “Le Vide” (el vacío).  Una habitación to-  De un modo parecido se supone con el arte, en es-  aprender mucho más fácilmente que una persona que
 talmente vacía, sin contenido visible alguno,   pecial con la música, un arte que se siente, que emo-  no lo es a hablar en otro idioma... y digo hablar ya que
 llevaba al espectador a estimular la imagina-  ciona, gusta o disgusta, pero que en cualquier caso na-  el idioma se habla y lo que se habla sigue siendo sonido
 ción y sentir el espíritu artístico de la obra. “Le   die, y afirmo taxativamente nadie, puede decir jamás  y por tanto tiene una cierta musicalidad que el músico
 Vide” se convertiría en la primera muestra de   nunca dónde se encuentra... ¿Quién puede decir que  enseguida reconoce y replica, aun cuando, como músi-
 arte invisible en la historia de arte reciente.  “El   toca “música”?.  A lo más que nos acercamos, tal vez,  ca que es, siga sin saber cómo suena...
 arte ya no parece un objeto sino que es perci-  es a tocar un instrumento, más o menos complejo en
 bido como una presencia artística que se vis-  su mecanismo, a través del cual hacemos re-sonar el
 lumbra en el espacio”, declaró Klein.  aire circundante que genera unas ondas sonoras, que
           luego sabemos que no son sino cambios de presión en
 Ives Klein (arriba) dentro de “Le Vide”;  “Escultura Invisible” (abajo),   el aire, que al llegar a nuestro oído se traduce en soni-  “La música guarda ese
 de Andy Warhol.   do que guste o no le llamamos música.  Ahora incluso
           está el “ruidismo”, una pequeña variedad muy del siglo
           XX, donde el ruido es la clave de toda su sonoridad...        hechizo ancestral de
           pero, en cualquier caso, música...  por ello le llamo el
           arte  invisible,  porque  un  escultor  trabaja  materiales,   algo misterioso que, no
           un pintor colores, un arquitecto edificios y materiales
           diversos... pero la música... ¿dónde trabajamos la músi-  siendo visible a los ojos
           ca?.  Es un arte que, al igual que la mente en el cerebro
           y los sentimientos en el corazón, existe pero que sigue   del hombre, sigue siendo
 Años más tarde, en 1985, Andy Warhol supo   siendo totalmente invisible.
 llevar el arte invisible al paroxismo dadaísta                    un arte colosal, del cual
 del arte pop creando la “Escultura Invisible”.
 Se trataba de un pedestal vacío sobre el que                      muchas veces hay otras
 reposaba la huella del artista, ya que el propio   Y eso para una mente intelectual y lógica, con dos
 Warhol había estado subido al pedestal du-  hemisferios  cerebrales  trabajando  una  polaridad  de   artes que derivan de él
 rante largo rato.  Cuando bajó, rodeó la obra   lo que sí y lo que no, de lo que es y no es, de lo que
 con detectores de movimiento, de modo que   emociona y no... es una auténtica locura.  Tal vez pre-  sin él ser visto.”
 el único lugar en el que se podía estar sin   cisamente por eso, es uno de esos artes efímeros que
 que saltaran las alarmas era subido en aquel   cuando el instrumento no es tocado, cuando no se “jue-
 pedestal.  Con ello, el artista estadounidense   ga”, como se dice en otros idiomas, sencillamente no
 haría real su idea de los “15 minutos de gloria   existe, porque, además de un material invisible, tiene
 que todos necesitamos”.



 34  OPINIÓN | EL AR TE INVISIBLE, por Rafael Castr o Martín  OPINIÓN | EL AR TE INVISIBLE, por Rafael Castr o Martín  35
   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40