Page 20 - Revista de musica brasileña y musicas del mundo

“Las versiones
EL SILENCIO
O JOÃO?
POR ANNABELLA CASALES . mundo”
Hace un año partía uno de los músicos más
queridos del Brasil, a pesar de haber sido un
hombre bastante ermitaño y poco sociable casi
en la mayor parte de su vida. Sin embargo,
como todo “genio”, ha sido admirado, escucha-
do y amado en todo el mundo. Es a día de hoy
que sigue siendo emocionante escucharlo y no
sólo eso, ha sido quien inspiró a muchos de los
artistas que luego tuvieron brillantes carreras
como músicos o cantantes y al haberlo escu-
charlo en la juventud logró que varios de ellos
cambiaran sus planeadas carreras de profesio-
nes típicas, o quizás la admiración a la música
que João les mostraba, les pesó más, como pa-
sara con Gilberto Gil, Ivan Lins, Gal Costa, João
Bosco y tantos más.
João Gilberto nació en Juazeiro, el interior de
Bahía. En su tierra había un señor que, sin sa-
berlo, hizo algo parecido a lo que años más tar-
de haría él con las ilusiones de los jóvenes que
lo escuchaban. Ese señor, un personaje llama-
tivo, que tenía una amplificadora que además
de hacer comerciales, promocionar negocios
zonales, pasar alguna noticia... tenía muy buen
gusto musical y ponía una buena selección de
música que se escuchaba por los altoparlantes.
El señor era “Seu Emicles”. João escuchaba esas
músicas y soñaba con que alguna vez su voz y
su guitarra brotaran por los altoparlantes. Para
él, era algo máximo.
Amaba jugar al fútbol con los chicos del ba-
rrio, no sentía demasiada pasión por el colegio
y su madre le reclamaba que era distraído, ya
que diariamente perdía sus útiles y alguna que
otra vez sus zapatos dejados enterrados para ir
a jugar al fútbol.
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sido esenciales
de João han
para la música
y ha sido una
contribuciones
de las mayores
brasileñas para
alegría del
En unas vacaciones, por parte de sería contratado por la Radio Tupi. Pocos años después, tan solo seis,
su padrino recibió una guitarra de Querían conocer a ese bahiano que fueron su guitarra y su voz en tono
regalo. Tenía catorce años. No había podía ser al mismo tiempo Orlando bajo, más las preciosas canciones,
dinero para clases en institutos o pa- Silva y Lúcio Alves, las dos voces más que lograran poner el ojo en una mú-
gar profesores particulares, así fue reconocidas en las emisoras. sica que llegó a conquistar muchos
que el “Método Elementar Turuna” rincones del planeta e inclusive di-
que aparecía en el periódico, era una Poco duró su vida en “Os Garotos cen a influenciar al jazz. Fue muy in-
herramienta para despuntar el vicio da Lua” porque, si hay algo que ha sistente, es verdad, y quizás por eso
y aprender a tocar el instrumento, ya caracterizado a João Gilberto, ha sido logró hacer las maravillas como las
que, por un precio accesible, como el la constancia para tocar la guitarra que ha hecho con la guitarra y la voz.
del periódico, podía seguir el “curso” e insistir en una nota o una palabra Las versiones de João Gilberto, dado
día a día. para que sonara perfecto, y también que era tan innovador y talentoso,
la distracción que tanto le reclamaba han sido esenciales para la música
En la plaza Matriz de Juazeiro, ha- su madre, olvidando compromisos y ha sido una de las mayores contri-
bía un enorme árbol, un tamarineiro laborales si es que había alguno afec- buciones brasileñas para alegría del
que, con una gran copa, refugiaba tivo que le interesara más. Lo había, mundo.
a muchos de los jóvenes del lugar, estaba de novio con la hermana de
que a modo de club social se reunían su amigo Mario, Sylvinha Telles y le João Gilberto falleció en Rio de Ja-
tarde a tarde para tocar la guitarra hacía perder la noción del tiempo. neiro el 6 de julio del 2019, a me-
cobijados por las ramas suculentas No sólo se quedó sin cantar en el nos de un mes de haber cumplido
del árbol. Ellos ensayaban soñando grupo por no llegar a tiempo y que- 88 años el 10 de junio en la misma
escucharse en los altoparlantes de darse con su amor, también perdió el ciudad. Su salud ya flaqueaba, sin
“Seu Emicles”. Él quería imitar con la trabajo de empleado en la Cámara de embargo, él que vivía prácticamen-
música, el sonido que hacían las la- Diputados que le había conseguido te encerrado, unos días antes había
vanderas de Bahía y casi sintió que lo un tío y le dejaba unos pesos. aceptado ir a cenar a Leme con su
logró, cuando años más tarde com- abogado y su última pareja, recor-
puso una de las pocas canciones de Antes del emblemático disco que dando en la velada, viejas cenas de
su autoría, “Bim Bom”. se conociera mundialmente y cam- gala sucedidas después de los con-
biara la vida musical del Brasil, aquel ciertos que realizara en Nueva York,
Muchos años, pero no tantos, pasa- que contenía “Chega de Saudade” y Italia, e inclusive en el maravilloso
ron desde que soñaba con sentir su “Bim Bom”, por el año 1952 João Gil- Teatro Municipal de Rio de Janeiro
voz y guitarra en los altoparlantes. berto había grabado otro disco que donde sus restos fueron despedidos
Juazeiro le quedaba pequeña para tenía dos sambas-canções: “Quando el día 8 de julio.
los anhelos. Si bien con amigos con- ela sai” y “Meia Luz”. Quienes estu-
siguieron armar un grupo musical, vieron en la grabación han contado Como dijera Caetano Veloso, en su
llegaron a hacer alguna que otra ac- que viendo grabar a João Gilberto, canción “Pra Ninguém”:
tuación pública. A sus dieciocho años no parecía ser la primera vez que lo
se fue a Salvador pensando resonar hacía. Fue casi sin errores, ni repeti- “Melhor do que isso
en las estaciones de radio. Ese año vi- ciones y en un clima de mucha tran- só mesmo o silêncio
vido allí, fue solo el camino que lo lle- quilidad, como si siempre se hubiera E melhor do que o silêncio
varía a seguir viaje para arribar a Rio preparado para ese instante. Pero el só João”.
de Janeiro. En Rio iría a reunirse con disco no tuvo casi repercusión, ni so-
“Os Garotos da Lua”, grupo vocal que naba en las radios.
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