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por Ana Jobim, su viuda, lo que había sucedido. En cuanto te) y dejó a Tom con su hijo Paulinho. La misma aflicción que
al cortejo con el cuerpo del compositor seguía por el paseo Tom sintió en la víspera volvió. Un poco de tos y angustia. Los
JOBIM
marítimo carioca en dirección a Casa dos Visitantes del Jardim médicos residentes fueron llamados y continuaron creyendo
Botânico, conversamos arrulladas por el sonido de una peque- que era nerviosismo. A las cinco horas de la mañana del jueves
ña castada que brotaba frente a nosotras. Tom no quería ser (horario de Nueva York), Ana recibió una llamada del hijastro
operado de ningún modo. El mes anterior estuvo en Nueva diciendo que su padre se había desmayado. Ya era la parada
York para quitarse un pólipo en la vejiga. Fue cuando los médi- cardiaca, seguida de varios infartos. Tom no regresó más.
cos constataron que él tenía un tumor. Era un tumor protegido
y de fácil acceso. Por eso fue decidida la operación. Cualquier Recuerdo el dolor de Ana Jobim contando los últimos tres
cirugía más grave sería arriesgada debido al estado cardiaco del días del marido, de los dos relojes que él tenía en la muñeca iz-
maestro (tenía obstrucción coronaria y carótida). Y fue este el quierda, uno de Tom con un detalle curioso, el horario de Brasil
motivo por el que se evitó anestesia general. En esa primera atrasado una hora, como si él estuviese adivinando que no iría
operación, Tom recibió anestesia espinal (sólo de cintura para a atravesar el verano. Y recuerdo a Maria Luiza, la hija pequeña
abajo, en la columna lumbar). En la segunda cirugía, un martes, con entonces siete años, la cara del padre, entregando una flor
el 6 de diciembre, el anestesista optó por la epidural (también a la madre y pidiéndole que no llorase porque “papá está en el
de cintura para abajo, inyectada en la parte inferior de la co- cielo”.
lumna vertebral). El estado de Tom era tan bueno que él se
inyectó también, por su propia cuenta, gotas de un anestésico El jueves anterior, pocas horas antes de viajar para Nueva
para dormir un poco. York, Tom había visitado el Jardim Botânico. Fue allí donde en
cierta ocasión me explicó que los árboles son para que “la gente
Él salió bien de la sala de cirugía, con buen color y bromean- los abrace”. y posó para una foto abrazando el dosel y florea-
do con su mujer, su hijo Paulinho y la cantante Maúcha Adnet, do flamboyant que contrastaba con la Pedra da Gávea, suave y
que lo acompañaban en el viaje. Solo durante la noche sintió empinado al fondo. En cuanto sus manos acariciaban el tronco
un poco de aflicción y malestar. Tanto los médicos como la majestuoso, su rostro tocaba la madera húmeda, gesto sensible
familia pensaron que era fruto del nerviosismo. Al día siguiente y sensual. Recordó “Poinciana”, la canción norteamericana de
él se encontró mejor. Con un poco de tos, Ana decidió dormir los años 50 que evocaba ese árbol, cuyo color estaba colorean-
en casa (su miedo era contagiar una gripe para el convalecien- do a Rio de Janeiro en aquel verano de nuestra entrevista.
M
Foto: Evandro Teixeira – Tom Jobim en el Jardim Botânico (1992)
TO Por MARIA LUCIA RANGEL
Durante la noche del 7 al 8 de diciembre de
yo le explique que había soñado con él toda la
1994 soñé con Tom Jobim. Me despertaba,
noche. ”Es sobre él, sí. Está corriendo el rumor
recordaba el sueño, me dormía nuevamente y
de que él ha muerto”.
soñaba con él. Por la mañana, la primera lla-
Al día siguiente, él fue velado em el Jardin
mada fue de la periodista Lucia Guimarães, de
Nueva York, diciendo que estaba corriendo un
una de nuestras innumerables entrevistas. En
rumor en la ciudad: ¿es sobre Tom?, pregunté, Botânico, lugar que amaba y donde hicimos
sabiendo que él estaba por allí. Ella se asustó y una de las tardes más tristes de mi vida, supe
20 REPOR T AJE | Tom Jobim, por Maria Lucia Rangel REPOR T AJE | Tom Jobim, por Maria Lucia Rangel 21