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A mediados de los años 30 un pequeño niño gaucho, al Dolorida con la separación, Inah fue rápida. El tiempo
que le gustaba componer una marchinhas de carnaval, es siempre favorable a los decididos. Días después el
era novio de la bella mulata Inah. Incluso apasionadí- joven la vio en la Rua da Praia, histórica vía que nació
simo, enloquecido por aquella mujer, vaciló en cambiar al margen del Guaíba, en la capital Porto Alegre. Inqui-
la despreocupación de la bohemia por el certificado de sitiva y con la consciencia tranquila, Inah paseaba del
matrimonio. Inah esperó tres años para que él se deci- brazo de un guapo que ni un pedazo del núbil “casi”
diera, ya que tanto repetía que por aquel amor él podía marido podía ser.
“casi” morir. Ella aún guardaba el poema que él escribió
cuando se conocieron en la sala del Clube União Fami-
liar. “Enquanto existirem estrelas no céu para brilhar,
só tu serás o meu amor” [“Mientras existan estrellas en El joven se desesperó, tuvo ganas de matar o morir,
el cielo para brillar, sólo tú serás mi amor”], decía un tre- principalmente después cuando la chica contrajo matri-
cho escrito en papel perfumado. El padre, viendo que el monio con aquel que no era un tipo cualquiera. Pero se
hijo había conocido a una “chica decente”, le consiguió calmó. Pasando lo que él pasó, tal vez se le ocurriera al-
un empleo de bedel en la Facultad de Derecho cuando él guna otra reacción más beneficiosa. Ya no sabía lo que
se dio de baja en el Ejército. tenía en el pecho, e hizo de los celos despecho, amistad
u horror, un samba-canção.
Pero cuando se convenció que el chico no tomaría una
actitud, Inah rompió el compromiso, le devolvió el poe- El joven de menos de veinte años, como se ve por el
ma de amor eterno, el perfume se secó y se fue para spoiler del texto, era Lupicínio Rodrigues, aquel moreno
vivir su vida. Después de todo, al contrario de lo que de rostro redondo, bigotito recortado y sonrisa triste en
diría décadas después otro compositor con aire de niño los ojos almendrados. Así surgió la inspiración de los
bueno, “casi” no sería apenas un detalle más en aquella versos de “Nervos de aço”, la composición que narra su
situación. Inah, firme en sus propósitos, que no iba a primera grande desilusión amorosa, su deseo de muerte
estar pendiente de un adverbio. o de dolor.
LUPICÍNIO POR NIRTON
RODRIGUES VENANCIO
16 REPOR T AJE | Lupicínio R odrigues, por Nirton V enancio REPOR T AJE | Lupicínio R odrigues, por Nirton V enancio 17