Y en el barrio mas alto del sueño pongo el fado que supe inventar("Lisboa, menina e moça")
El cantante y fadista Carlos do Carmo falleció la mañana del 1 de enero de 2021, en el Hospital de Santa Maria, en Lisboa, a consecuencia de un aneurisma de aorta. Tenía 81 años y cerca de sesenta años de carrera profesional.
Se despidió de los escenarios el 19 de noviembre de 2019, con un concierto realizado en el Coliseu dos Recreios, en Lisboa, justo el mismo día en que fue condecorado por el primer ministro (António Costa) con la Medalla al Mérito Cultural por su "inestimable contribución" a la música portuguesa. Sin embargo, esa despedida de los escenarios no supuso una despedida de carrera. Carlos do Carmo ultimaba el que iba a ser su próximo disco, "E ainda...", cuyo lanzamiento estaba previsto para comienzos del 2021, aunque el propio artista ya presagiaba que iría a ser el último álbum de su discografía. Para el disco, el fadista interpretaría poemas de Herberto Helder, José Saramago, Sophia de Mello Breyner y Jorge Palma.
El propio artista publicó en su cuenta de Facebook un emotivo vídeo donde indicaba que el 2019 "es el año en que voy a cumplir 80 años. 80 años es ya una edad. Será el año de la despedida, sin amarguras ni acideces. Será el año de la despedida con mucho, mucho, mucho agradecimiento a todas las personas que me han dado tanto a lo largo de la vida, tantas alegrías y tanta generosidad".
Grabó 21 álbumes de estudio, siete en directo y numerosos recopilatorios. Sin embargo, pese a esa larga trayectoria artística, Carlos evitaba escucharse: "no soy perfeccionista, aunque exigente sí. En el estudio te enfrentas a la idea de la perfección, haces un gran esfuerzo. Repites y repites hasta dar el visto bueno. Cuando vuelves a la semana siguiente lo que oyes te parece insoportable. Éso en el escenario no pasa; con los errores y con todo, me encanta. Ahí manda el corazón y el sentimiento de la vida".
Es precisamente en los escenarios que el fadista universal disfrutaba de cada uno de los instantes. Le gustaba hablar con el público, explicarles las canciones y la vida cotidiana. "Tengo un maestro que no conocí personalmente: Frank Sinatra. De él aprendí que estar en el escenario es recibir a la gente en casa, y es lo que hago. Me gusta cantar y hablar con las personas que han venido a visitarme. Si es sólo para oírme cantar, entonces que vayan al disco". Y es que la importancia del público para Do Carmo era primordial: "hay que conseguir que el público sienta como suya la historia de tres minutos que le estás cantando. Cuando se consigue la conexión de alma, corazón y voz, hay fado".
En el 2013, cuando completó 50 años de carrera, editó el álbum "Fado é amor". Para el disco contó con la colaboración de varios fadistas como Ricardo Ribeiro, Mariza, Camané, Raquel Tavares o Marco Rodrigues.
Un año más tarde, recibió el premio Grammy Latino a toda su carrera y, en el 2015, recibiría la más alta distinción de la capital francesa con la "Grande Médaille de Vermeil". También su país, Portugal, le reconocería con el título de Grande-Oficial da Ordem do Mérito.
Con 78 años de edad, actuó por primera vez en Nueva York. La NPR (radio pública norteamericana) describió a Carlos do Carmo como el "Sinatra del fado". El portugués nunca ocultó su admiración por el cantante norteamericano y llegó a decir que "Sinatra fue un gran fadista".